A menudo escuchamos que el primer paso para controlar el peso corporal es eliminar todos los carbohidratos y las grasas de nuestra alimentación.

El lema de “eliminar todos los carbohidratos” se repite con mucha frecuencia y se ha convertido de cierto modo en un cliché. Mientras tanto, las grasas pasaron a ser sinónimo de aumento rápido de peso y mala alimentación. Una vez que decidas comenzar una rutina de control de peso, es muy probable que te bombardeen con consejos para reducir drásticamente o incluso eliminar tu ingesta total de carbohidratos y grasas.

Antes de declararle la guerra a las grasas y los carbohidratos, tómate un momento y piensa qué son realmente y qué hacen por tu cuerpo.

Los carbohidratos son esenciales para que el cuerpo produzca y almacene energía. Este almacenamiento es la razón por la que las personas que llevan una alimentación rica en carbohidratos simples y una vida sedentaria aumentan de peso.

Las grasas también tienen sus beneficios. Algunos ácidos grasos, como el Omega 9, 6 y 3, son considerados saludables, dado que pueden apoyar las funciones coronaria y cerebral e incluso ayudar a mantener los niveles de colesterol y triglicéridos dentro de un rango saludable.

Por lo tanto, la ingesta de carbohidratos y de grasas definitivamente sí pueden formar parte de una alimentación para control de peso. Estos consejos te mostrarán cómo pueden beneficiarte cuando los incorporas de manera adecuada a tu estilo de vida:

  1. Consume el tipo adecuado de carbohidratos

A simple vista, podrías creer que tiene sentido eliminar todos los carbohidratos que consumes para utilizar la energía almacenada. Sin embargo, los carbohidratos son la fuente de energía preferente del cuerpo. De hecho, el cerebro depende exclusivamente de los carbohidratos como fuente de energía. Eliminar los carbohidratos por completo privaría a tu cuerpo de su combustible vital.


Al igual que con cualquier otra cosa, la clave es el equilibrio. En lugar de temer a los carbohidratos y eliminarlos por completo, intenta consumir una porción equilibrada de carbohidratos con el resto de tu alimentación.


Los vegetales, las frutas, los cereales integrales y legumbres son excelentes fuentes de carbohidratos complejos, que ayudarán a tu cuerpo a tener la energía que necesitas a lo largo del día.

Los carbohidratos que hay que evitar se denominan carbohidratos simples. Son carbohidratos que se digieren rápidamente, lo cual provoca que se generen picos en el nivel de azúcar en la sangre y sientas hambre más rápido. Se encuentran en alimentos como el pan blanco, el arroz blanco, la pasta, los pasteles, las galletas y alimentos similares. Empieza a reducir tu consumo de estos carbohidratos refinados para poder elegir opciones más nutritivas. 


  1. No le digas adiós a todos los carbohidratos porque es hora de hablar de aquellos que debemos comer para hacer ejercicio.  Aprovecha los carbohidratos para optimizar tu condición física

En las primeras etapas del ejercicio, ¡los carbohidratos son la principal fuente de energía!

Es importante conocer el índice glucémico (IG) de los carbohidratos para saber cuáles son los mejores momentos para consumirlos. El índice glucémico de un carbohidrato indica el efecto que este tiene en el nivel de azúcar en la sangre de una persona. Los carbohidratos con bajo índice glucémico, como los que encontramos en la soya, las frutas, los frijoles, los granos enteros y los frutos secos son excelentes para brindarnos energía de forma lenta y sostenida lo que al mismo tiempo nos da sensación de saciedad. Los carbohidratos con alto índice glucémico, como las papas, el pan blanco, la pasta y el arroz blanco, son alimentos ideales para antes de hacer ejercicio, pues nos brindan energía de forma rápida. Piensa que consumir carbohidratos de alto índice glucémico antes de hacer ejercicio es como llenar el tanque de gasolina de tu auto antes de arrancar y salir a la carretera.

Consumir carbohidratos después de hacer ejercicio ayuda a reponer la energía utilizada durante un entrenamiento extenuante; especialmente en el caso de actividades que duran más de una hora y requieren poner más atención al consumo de carbohidratos. Los músculos necesitan proteínas y carbohidratos para recuperarse adecuadamente y fortalecerse. Un batido para recuperarse después de hacer ejercicio es una gran forma de reabastecer tus reservas de energía. ¡Prueba combinar Rebuild Strength de Herbalife24® con 320ml de leche para apoyar tu recuperación!  

 

  1. El tipo adecuado de grasas

Consumir el tipo adecuado de grasas también es importante para equilibrar tu nutrición. Los alimentos altos en grasas y fritos no son la mejor opción cuando se trata de comer de forma nutritiva. Sin embargo, esto no necesariamente significa que la palabra “grasa” sea un término al cual temerle. Algunas grasas pueden formar parte de una alimentación nutritiva.


Mientras que tener una alimentación alta en grasas saturadas dificultará el control de peso e impactará de forma negativa en la salud, consumir, por ejemplo, ácidos grasos omega-3 es beneficioso para el corazón, el cerebro y la visión. Intenta incorporar más salmón, aceite de oliva, aguacates o frutos secos en tu alimentación, así como un suplemento de omega-3, para incorporar ácidos grasos saludables.  

  1. Todo es cuestión de equilibrio

Es importante tener en cuenta todas estas ideas antes de embarcarse en una alimentación basada en eliminar todos los carbohidratos o las grasas. Por ejemplo, tu cuerpo necesita la energía que obtiene de los carbohidratos simples a la hora de hacer ejercicio, pero en el día a día se aconseja consumir carbohidratos complejos. Además, los ácidos grasos omega 3, 6 y 9 son beneficiosos para la salud, no prives a tu cuerpo de ellos y sí reduce las grasas saturadas.

La próxima vez que te digan que la única forma de controlar el peso es eliminar todos los carbohidratos de tu alimentación o dejar de comer grasas, detente a pensar lo que eso significa. Piensa en la función de los carbohidratos y las grasas en tu organismo y, entonces, considera la posibilidad de adoptar buenos hábitos alimenticios que contribuyan a tu objetivo de control de peso.